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El alcohol metílico, también conocido como metanol, es un líquido incoloro con la fórmula química CH3OH. Es el alcohol más simple y se usa comúnmente en diversas aplicaciones industriales. El término "99,99%" probablemente se refiere al nivel de pureza del metanol, lo que indica un alto grado de pureza química.

El metanol es un disolvente versátil y se utiliza ampliamente en procesos como la síntesis química, la extracción y como componente en formulaciones anticongelantes. Sus propiedades de solvencia lo hacen valioso en la producción de resinas, plásticos y productos farmacéuticos. En la industria química, el metanol es un componente clave para la síntesis de diversos productos químicos, incluidos el formaldehído y el ácido acético.

En el sector energético, el metanol sirve como materia prima para la producción de biodiésel y también se utiliza como combustible alternativo en algunas aplicaciones. Se puede utilizar en pilas de combustible y como combustible de combustión limpia para ciertos motores de combustión interna.

Si bien el metanol tiene numerosas aplicaciones industriales, es importante manejarlo con cuidado. El metanol es tóxico y la exposición puede provocar efectos graves en la salud, como ceguera o la muerte si se ingiere. Las medidas de seguridad adecuadas, incluido el uso de equipos de protección personal y el cumplimiento de las pautas de seguridad, son esenciales cuando se trabaja con metanol de alta pureza.

Además, el alto nivel de pureza (99,99%) sugiere que el metanol ha sido sometido a extensos procesos de destilación o purificación para eliminar las impurezas, lo que lo hace adecuado para aplicaciones donde se requieren propiedades químicas precisas y puras, como en laboratorios analíticos o procesos industriales especializados. Las prácticas responsables de manipulación, almacenamiento y transporte son cruciales para garantizar el uso seguro y eficaz del metanol de alta pureza en diversas industrias.